Provocada por los excesos del capitalismo, la crisis financiera global de 2008 aceleró el declive de Occidente y el auge de China en este siglo XXI cada vez más inclinado hacia Oriente. Ahora, otra catástrofe que afecta a todo el planeta, como es la pandemia del coronavirus, no solo ha reventado la globalización, sino que podría traer un nuevo «orden mundial» donde el autoritario régimen de Pekín aspira a salir más fortalecido.